Día 23 de octubre de 2018, a las 19:30 horas. Centro Cultural La Merced de Llerena
Día 25 de octubre de 2018, a las 19:30 horas. Complejo Cultural Palacio Obispo Solís de Miajadas
Día 9 de noviembre de 2018, a las 19:30 horas. Casa de la Cultura de Cabezuela del Valle
Organiza: AUPEX
Colaboran: AEEX, Plan de Fomento de la Lectura, Editora Regional de Extremadura, Ayuntamiento de Llerena, Ayuntamiento de Miajadas y Ayuntamiento de Cabezuela del Valle
En cada una de las presentaciones se hará lectura de poemas y relatos por parte de los autores.
Entrada libre hasta completar aforo.
Dice Rafael Reig en su Manual de Literatura para caníbales que «al fin y al cabo, la literatura no es más que un tipo que está en su casa y se pone a escribir en pijama» para que, después de todo, cuando el libro está terminado, impreso y distribuido, aparezca «otro, también en su casa, que se pone a leer sin zapatos, con los pies encima de la mesa. Esto es el fenómeno literario. Pare usted de contar», concluye Reig: «tipos cansados, con ojeras, que escriben en pijama. Mujeres adormiladas en un vagón de tren. Hombres que se descalzan para leer más cómodos. Niños absortos en un rincón del patio durante el recreo».
Me gusta esa peculiar forma de describir la Literatura. En primer lugar, por lo que tiene de provocador, de deseo de quitarle hierro una realidad a menudo demasiado mitificada, pero también porque describe –de un modo, desde luego, muy de andar por casa, aunque no exento por ello de poesía– la condición íntimamente solitaria de los dos momentos entre los que transcurre el mensaje literario, el de la escritura y el de la lectura: señores que escriben en pijama, señores que leen descalzos.
Sucede a veces, sin embargo, que esos señores, y señoras, tan cómodamente encerrados a diario en sus casas sienten la necesidad de salir, de ponerse ropa de calle, calzarse los zapatos y encontrarse con otros heridos por su misma pasión –la de leer, la de escribir– para intercambiar experiencias, para opinar, para escuchar, para aprender. A esa finalidad de encuentro responden dos instrumentos sabiamente fomentados en esta región desde hace tiempo, los clubes de lectura y los talleres de escritura, lugares discretos donde esos tipos solitarios que escriben o que leen pueden compartir con otros su pasión por la Literatura.
Uno, que se precia de haber empezado en esto en uno de esos talleres, todavía recuerda con viveza sus reuniones, la inquietud cuando uno de sus textos iba a ser comentado por primera vez en público, las sinceras impresiones de los compañeros, los certeros consejos del profesor, las críticas, los elogios, la extraña, reconfortante sensación de ser por primera vez leído, y recuerda también la emoción de recibir, al final de curso, una antología como esta, editada, como esta, con mimo, de buscar su nombre en el índice con el dedo y pasar deprisa las páginas para contemplar, también por vez primera, sus relatos en letra de imprenta y forma de libro, sensaciones intensas que pocas experiencias posteriores de ese tipo han llegado después a igualar.
Por esa razón, y porque los talleres literarios se han venido echando bastante en falta estos últimos años, resulta esperanzador que a los Plasencia, Miajadas y virtual se hayan sumado este curso los de Llerena y Cabezuela del Valle. Quiero pensar, aunque sea ingenuamente, que es signo de que la semilla de los talleres vuelve poco a poco a prender, a brotar, de que más tarde o más temprano llegará a trenzarse de nuevo una auténtica, tupida red de talleres literarios, esos lugares privilegiados para el aprendizaje y, sobre todo, para el encuentro callado entre nosotros, los solitarios, niños absortos en un rincón del patio de recreo.
Juan Ramón Santos
Presidente de la Asociación de Escritores Extremeños