El día 30 de agosto de 2023 a las 19:00 horas tendrá lugar en el Centro Cultural «San Gregorio» de Piedras Albas la reunión informativa sobre el proyecto Contenedores de Arte. Está abierta a artistas, creadores/as y todas aquellas personas interesadas en la recuperación de LA COMISARÍA DE LA ADUANA. Posteriormente se visitará el espacio.

La COMISARÍA DE LA ADUANA está en el término municipal de Piedras Albas (130 habitantes), que significa «piedras blancas», en la frontera entre España y Portugal. Piedras Albas es el pueblo más occidental de la comarca Tajo Salor Almonte. Hasta que España y Portugal pasaron a formar parte de la Unión Europea, en esta localidad (como en tantas otras de La Raya) existía un puesto fronterizo y una aduana junto al puente romano de Segura sobre el río Erjas. En la aduana trabajaban un secretario y un destacamento de la Guardia Civil. Justo enfrente se construyó años más tarde la Comisaría de la Policía Nacional, que pasó a encargarse del control fronterizo. Parte de su reciente historia está directamente relacionada con su situación fronteriza y con el contrabando durante el franquismo, el cual era protagonizado por las mujeres de la localidad, que transportaban harina, café, chocolate o naranjas entre un lado y otro de la frontera. Actualmente existe una ruta señalizada que recuerda ese pasado. El tercer acto de la zarzuela Luisa Fernanda en las inmediaciones de la Frontera de Piedras Albas con Portugal.

La joya del patrimonio natural de Piedras Albas es «Peña Buraca», conocida popularmente como el “Canchal de los dos ojos”, un santuario rupestre de época prehistórica excavado en piedra. Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Zona Arqueológica.
Ha sido identificado tradicionalmente con un santuario prehistórico. «Peña Buraca» es el elemento más reconocible de un conjunto arqueológico en el que abundan lagares excavados en la roca, numerosas tumbas talladas en piedra, altares, restos cerámicos y otras estructuras. De todo el conjunto, destaca la piedra horadada que le otorga su nombre y que se debe a que en uno de sus lados presenta dos cavidades de gran tamaño, conocidas como «ojos», que se ha interpretado como la simbolización de una cabeza que muestra una cara con dos grandes ojos. El origen del asentamiento se puede encuadrar en el marco cronológico del Bajo Imperio Romano.